Me he tomado mi tiempo…

TAIKO, Alaska malamute (9/5/2000- +25/2/2011).

Sí, me he tomado un tiempo para llorar a nuestro perro. Para “vivir su duelo”, porque TAIKO era uno más de la familia y nos ha causado mucho dolor su pérdida, a todos nosotros.

TAIKO y sus enormes lametones.

Sé que no nos abandonaste por tu propia voluntad, que el destino te deparaba una muerte rápida y no una vejez achacosa,…sé que no nos pusiste en el apuro de tener que decidir tu final sino que te vino dado,… ¡cuán sabia ha sido tu naturaleza!. 

TAIKO corre libre.

A mí me apenaba tu artrosis, tu no poder correr libremente,…  Ahora, Taiko, eres libre de todo lo que te ataba… ¡menos de nosotros!,  porque sé que seguirás acompañándonos con mucho cariño. 

TAIKO,  paseando por Vegueta.

Por siempre, pasearás junto a nosotros y nos protegerás con tus aullidos etéreos, que ya no dirigirás a la luna, sino a salvaguardarnos de algún peligro. ¡Estoy segura!.  Y que, como tu nombre indica, te convertirás en ese tambor japonés, grande, fuerte y enérgico, que nos dé fuerza para que nuestro duelo sea sanador. 

Gracias, Taiko, por pasar a otra dimensión porque así serás más libre de estar con todos a la vez y de dejarnos acompañarte, sin límites de espacio o tiempo. Gracias, Taiko, por quedarte más cerca que nunca de todos nosotros… hasta que traspasemos esa frontera que tú, tan dignamente, has sabido utilizar con tu pasaporte hacia la eternidad.

 

Siempre te sentiremos cerca, … siempre nos quedaremos con tus recuerdos, principalmente Daniel, el buen amo que tanto te cuidó y quiso. Sí,… ¡nos quedamos con todos tus recuerdos que han sido muchos en estos casi once años de convivencia!.

Mercy.